Pueden ser un aliciente para seguir adelante. O pueden no serlo.
El agregado de crueldad a la situación puede ser causa de una tristeza insuperable. O puede no serlo. La consideración de un grupo de luciérnagas como potenciales dadoras de luz en una cueva puede ser una idea absurda. O puede no serlo. Que éstas lámparas aladas mueran y sean sepultadas puede ser una locura. O puede no serlo. Que sean compañeras de la que antes fue su sepulturera puede ser tiernamente inútil. O puede no serlo.
lunes, 19 de mayo de 2008
La tumba de las luciérnagas de Akiyuki Nosaka
Nosaka, el autor de esta novela corta, dio al personaje de ésta, llamado Seita, las mismas notas definitorias propias de su vida. Ambos huérfanos y vagabundos. La diferencia es que el personaje muere también físicamente. ¿También físicamente? Así es. La muerte es un fenómeno misterioso que no solo atañe al cuerpo… si no también al alma…Rebajar la existencia humana hasta casi el “no – ser”, no se limita a torturas corporales. Esto es sabido. De esto se han valido los que han llevado a cabo las masacres colectivas. Más rápido y sencillo hubiera sido, por ejemplo en el régimen nazi, erradicar la raza judía, poniéndolos contra un paredón y tirotearlos. Pero encontraron una utilidad en la anulación de lo que es propiamente humano y que es la dignidad.
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