sábado, 23 de agosto de 2008

“El cuerpo y la génesis de la perspectiva. Entre el Renacimiento y la imagen digital”, de Víctor del Río

Andrea Vesalio fue un verdadero revolucionario en lo que se refiere a lo científico, ya que se opuso a la antiquísima tradición galénica, y por tanto a la petrificada por una parte y cotidiana por otra, actitud que concedía autoridad suprema a los textos de los “grandes” clásicos. Quienes dicen que Vesalio se oponía a Galeno, caen en un error, ya que la crítica no iba dirigida a la medicina galénica, sino a los médicos que basaban su saber en las obras de Galeno, en vez de aprender diseccionando cadáveres personalmente.

Algunos hablan de los errores de Galeno en lo que respecta a la disección de cuerpos animales. Se habla también de los errores de los lectores de Galeno. La temática referente a la relación entre autor-contenido-lector se parece a una lucha donde la subjetividad misma genera una cuestión dificultosa.

Volviendo al núcleo de lo que nos compete, podemos afirmar que la concepción moderna del cuerpo es la llave que abre la puerta grande a la anatomía como una práctica propiamente experimental y humana.

Aunque no parezca, la dimensión artística es necesitada por las ciencias. Esto se ve reflejado en que la anatomía moderna, no podría ser lo que es, sin la representación del objeto principal, o sea, del hombre.

Entre los siglos XIV y XV, la enseñanza de la anatomía adquiere la característica de la experiencia, mediante las disecciones públicas. Nosotros, que somos hijos del constructivismo, donde lo empírico actúa como principal motor del proceso de enseñanza-aprendizaje, quizá no podamos darle a este acontecimiento, la magnitud que realmente ha tenido.

En cada una de las clases de anatomía, Vesalio muestra los órganos diseccionados y grafica aquellas partes que no se aprecian tan visiblemente. Desocultar las piezas del cuerpo forma parte del programa catedrático. Lo que se hace es revisar las partes y el funcionamiento de las mismas en el cuerpo.

Del Río sintetiza diciendo que “el proceso del cuerpo viene asociado a la generación e interpretación de una imagen”.

La anatomía no puede existir sin la representación del cuerpo.

Da Vinci empleaba el método escultórico de “angiología”, mediante el cual lograba la reubicación de aquello que en el cuerpo vivo funcionaba y que en el cuerpo muerto lo forma. Este paso de “función” a “forma” surge de una descontextualización que es propia al procedimiento de la disección. La misma cosa se ve de dos maneras, estética y funcional.

La representación juega también un papel importante en el lugar en el que se llevan a cabo las didácticas disecciones. Algo así como un teatro. Antes no me hubiera gustado llamarlo así, ya que para mí las representaciones culturales eran cosas de vivos. Benjamin me enseñó que no.

En esta estructura arquitectónica, el cuerpo humano está presente. Es quizá su mismo fundamento. Estudiar el cuerpo transforma también el espacio circundante. La perspectiva es esto mismo. Para comprender esto, podemos imaginar que los conceptos de “cuerpo” y “perspectiva” se hayan mediados por una flecha de doble punta. La escenografía es el hilo que los une, aunque ya se encontraban indefectiblemente juntos.

La perspectiva cónica se basa en representar un cuerpo tridimensional en un plano bidimensional, mediante rectas que pasan por un pinto. El resultado se asemeja a la visión que resultaría si en ese punto estuviera el ojo.

El hombre es el centro.

La visión humana no puede ver la totalidad del mundo. Es limitada de por sí, y aquello que es ocultado se representa en una profundidad que toca lo ilusorio mismo. La visión es selectiva. Se juegan en esto la relevancia y su falta. Reconocemos gracias a esto.

Correctamente Del Río, designa como adherida a la necesidad, a la relación entre el comprender la estructura corporal y el representar limitado de la perspectiva cónica. Dice “sólo en la medida en que se oculta a la mirada una parte del todo es posible comprender su función desde esa visualidad”. Otra frase que resume el todo que el arte nos provoca.

La imagen digital es una nueva manera de representarnos el mundo. Pero que tiene en su centro, en su misma esencia y en su finalidad al hombre. Se recrea el punto de vista. Es correcto usar el término de “recreación” ya que la nueva concepción del punto de vista es deudora de aspectos tradicionales, como la geometría, de la cual los Renacentistas han tomado referencia.

Pensemos en cada una de las palabras de este informe, de los conceptos y de todo lo que acarrean. Pensemos en la tinta y en el papel que las han corporizado y que permiten su lectura. La génesis de todo esto y su utilización teórica o práctica adquieren un sentido, que se los dona la caracterización de lo propiamente humano.

1 comentario:

Xaj dijo...

El atroz encanto de pensar con moldes occidentales.